08 febrero, 2007

Un buen paso

Calculé el ritmo con el que iba caminando desde media cuadra antes de llegar a la puerta de mi casa.
Cada 1 segundo daba 2 pasos, en verdad un poquito mas de 1 segundo.
Conté varias veces para no equivocarme. 1, 2, 1, 2, 1, 2. 2 pasos cada 1 segundo.

Desde el paradero donde me suele dejar chama o el ancon-surco o el bus-guinda-de-gran-capacidad-que-va-todo-salaverry [esos buses tienen algo especial, siempre me gustaria llevar en mi pseudomochila una camara fotografica cuando me subo a estos, hay tantos instantes que me han dejado atontado por toda una tardenoche, tanto de lo que se ve dentro del bus como lo que veo por afuera, parece un bus de fantasía que nos deja (o solo a mi, no lo sé, tendria que hablarle uno de estos dias al del asiento de a lado) unas gotas de delirio pasajero cada vez que lo tomamos (o bueno, cada vez que lo tomo)] camino 1,2,3, 2 y 1/2 cuadras en realidad hasta llegar a las dos graditas oscuras [el foco de la entrada se quemo hace tiempo y nadie quiere cambiarlo por flojera] de color guinda-como-el-bus-fantasía frente a la puerta azul que abre mi hogar.
Una personita escribió el otro dia en su blog que me recordaba por tener un paso algo apurado cada vez que saliamos a caminar o alguna vez-que-no-recuerdo que me haya visto caminando solo. Yo la verdad no siempre lo percato. Solo a veces percibo que en la pelicula que yo protagonizo las personas que van en los carrilles paralelos imaginarios se van quedando atras muy facilmente. Parece que sin querer siempre he estado haciendoles carrerita en cada vereda por donde he pasado. Quiza es porque me gusta sentirme ganador de mi propio juego.

No pensé nada de esto cuando bajaba del bus fantasia ahora en la tarde-noche. Los escalones eran altos. Este bus era particularmente grande, mas grande que el resto de sus imitaciones. Los escalones eran altos así que me tuve que sujetar bien del pasamanos para poder llegar a la vereda ya oscura sin complicaciones.
Cuando pisé cemento una señora madre de dos hijas se percataba inesperadamente de que tenía que tomar este vehiculo del cual yo ya me despedia. Iba a comenzar su sueño pasajero. Una de sus hijas se quiso adelantar justo cuando yo estaba por sentir otra vez ese piso limpio-sanisidrino. Tenia una sonrisa de angelito, vestia algo blanco, no me detuve mucho. Me hice a un lado y de ahi subieron ellas. El cobrador despues. Fue un instante en el que me pregunté, ¿donde esta papá? Los escalones son altos, ¿donde esta papá? Van a pagar por 2 asientos: una hija en las piernas de la madre y la otra en el asiento de lado [a esa hora el bus fantasia no suele ir muy lleno, los asientos se ventilan un poco, los que mendigan no ganan mucho, los que venden productos golosinarios como por ejemplo golosinas tampoco, el cobrador se sienta por fin], esta ultima se sentiria mas segura si su papa la cargara, estoy seguro que la madre tambien lo sentiria, ¿donde está papá? Las primeras fantasias inocentes a veces son mas alegres cuando se comparten, ¿donde está papá?

Luego de ese flashthrough crucé por el interlineado de peatones (en ingles se leerá pee-tones? jaja). Y ahi sucedio.

El timido viento de verano apagado no me obligó a caminar como casi siempre lo hago. Inicie ese corto pero delicioso tramo hasta mi casa acomodando -otra vez- mi equipaje diario que cruza mi pecho y mi espalda para caer sobre la union entre mi pierna y mi espalda. Llevaba un folder que decidi moverlo al compás de mis brazos, que nunca dejan de imitar en oposicion a mis pasos [tu sabes, la coordinacion al caminar te hace mas "normal"], salvo cuando se me da por hacer un pasito gracioso de payasito que mi abuelo me enseño una tarde en la que nuestro humor coincidio. Mi chaqueta no se opuso, mis zapatos tampoco. Menos mi cabello, algo corto por estos dias. Mucho menos mi sombra.

Traté de no malograr aquellos segundos y mantener un ritmo constante. Caminaba una chica muy simpatica al parecer (mis ojos mandan, yo no) por la misma vereda que ya era mia, pero ni trate de seguirla con la mirada. Era solo yo. Era yo acompañandome luego de mucho tiempo. Sentia como todo se volvia mas calido, mas tranquilo, hasta las aves desubicadas para esa hora (para mi las aves de lugares urbanos ya no deben volar a esa hora, es peligroso, debe haber un toque de queda implicito para estas especies, siempre lo he pensado asi, no tengo razones para explicarlo, lo siento) me ofrecieron un vuelo mas lento sin llegar a caer. Las llantas del bus fantasia se espesaron, estoy seguro que asi sucedio sin ser testigo. Mis mejillas no se enfriaron porque yo me senti un poquito mas seguro de mi mismo. Sin apresurarme me senti mas seguro. Un poquito.

No es una promesa pero siempre que pueda voy a tratar de hacer que los segundos se demoren un poquito menos cada vez que mis piernas salgan de paseo. Me sentí tan bien que creo que deberia repetirlo todas las veces que tenga oportunidad con el fin de hacer de mis dias un poco mas disfrutables, con el fin de seguir creyendo en mi [believe that you're not stuck in vain]. Me senti tan bien que me dan ganas de prometerlo. Me dan ganas.

Fue un buen paso. Sin compañia, y por eso un buen paso.





2 comentarios:

Ayla dijo...

Vas avanzando, cada 1 segundo dabas 2 pasos, en verdad un poquito mas de 1 segundo, pero!!!! ningun viento sopla a favor ... jajaja

Ayla dijo...

otro de alicia :
Alicia: - Me podrías indicar, por favor, hacia dónde tengo que ir desde aquí?
El Gato: - Eso depende a dónde quieres llegar, contesta él.
Alicia: - A mí no me importa demasiado a dónde, dice ella.
Gato: - En ese caso, da igual a dónde vayas
Alicia: - ( diciéndose a sí mismo) Siempre que llegue a alguna parte!!
Gato: - Oh! Siempre llegarás a alguna parte, si caminas lo suficiente.