Nos comenzamos a conocer en un viaje.
Luego de ese viaje nos comenzamos a tener mucha confianza.
Me relató aspectos personales que no compartiría con cualquier persona.
Sentía que me llegó a tener confianza casi plena.
Hasta que en picada comencé a percatarme de sus modos de hacerme sentir mal. A propósito no pondre ejemplos ni los describiré. Y conociendo que ella no se percata de esos "movimientos", porque sé que se le va, han seguido sucediendo más y más veces.
El asunto está en reconocer que de repente es una prueba que pone la vida. Afrontar que una persona con quien tuviste mucho contacto, confianza, compartiendo alegrias, risas, momentos... sea ahora quien no te de necesariamente esa tranquilidad y armonia que te dan los verdaderos amigos.
Por algo dicen que hay que "tocar" de todo. Sin que se entienda mal.
Y tocando se aprende mejor, dicen.
22 diciembre, 2008
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