28 enero, 2009
corazonada
algo pasó durante la noche que hizo que extrañamente me despertara pasada las siete de la mañana, algo raro cuando estoy de vacaciones.
soñé que era argentina, una chica de rostro claro, frente amplia, ojos sonrientes y calmados, muy confiados, estabamos en una habitación de techo alto, sabanas de colores pasteles, unos estantes llenos de no recuerdo qué, reíamos mucho juntos, parece que lo hicimos por largo rato, era el primer día de conocernos y calculo que habrá durado muchas horas, mínimo unas 2 horas estando en ese cuarto que creo era el suyo, tal vez habremos pasado más tiempo durante la mañana, habremos estado caminando, hablando de cosas que nos divertían y que a parte de las risas iban acompañadas de caras de asombro al tener tanto en común, fumando un puchito tal vez, haciendo una que otra travesura pública (entiéndase como acción prohibida para la sociedad en la que vivimos, realizada en un lugar público jaja), yo parado o sentado mirandola ahí recostada sobre su cama, escuchando todo eso que me decía y no entendía, abrazándola por ratos...
... diciéndome que se iba de viaje por uno o un par de días, que no me preocupara que nada le iba a pasar a pesar del clima (tan típico de enamoraditos que se quieren), queriéndola más, sintiéndola más mía, yo más suyo, mi argentinita....
de un momento a otro, tenía frente a mi la escena del accidente, solo dos sobrevivieron, yo buscando su cuerpo, alguna ropa que reconociera que ella estaba por ahí, mucho blanco, mucho frío, mucho viento helado, el tren estaba sumergido en nieve, y yo no sé cómo terminé en ese lugar, tan desesperado y tan perdido.
imagen siguiente soy yo en su cuarto, esta vez ella no está, se sentía su ausencia, pero al mismo tiempo se sentía presente, esta vez es una aparición extraña, como que se estaba despidiendo, había una especie de camarote bien alto, no recuerdo si era yo o ella quien estaba arriba en lo alto de ese camarote (no importa), pero esa fue la última imagen, aunque la última sensación fue de una tristeza extrema (al despertar me imaginé por un instante estar con los ojos mojados), de una penosa y trágica despedida inesperada que jamás hubiese querido que pasara.
nos vemos hasta cuando te vuelva a encontrar, espero que esta vez en la vida real,
chau argentinita.
p.d. quedé rodando sobre mi cama y peleandome con el cubrecama hasta cerca de las 10am, pensando y repensando todo este sueño... hasta que hice consciente que esto puede ser una corazonada
soñé que era argentina, una chica de rostro claro, frente amplia, ojos sonrientes y calmados, muy confiados, estabamos en una habitación de techo alto, sabanas de colores pasteles, unos estantes llenos de no recuerdo qué, reíamos mucho juntos, parece que lo hicimos por largo rato, era el primer día de conocernos y calculo que habrá durado muchas horas, mínimo unas 2 horas estando en ese cuarto que creo era el suyo, tal vez habremos pasado más tiempo durante la mañana, habremos estado caminando, hablando de cosas que nos divertían y que a parte de las risas iban acompañadas de caras de asombro al tener tanto en común, fumando un puchito tal vez, haciendo una que otra travesura pública (entiéndase como acción prohibida para la sociedad en la que vivimos, realizada en un lugar público jaja), yo parado o sentado mirandola ahí recostada sobre su cama, escuchando todo eso que me decía y no entendía, abrazándola por ratos...
... diciéndome que se iba de viaje por uno o un par de días, que no me preocupara que nada le iba a pasar a pesar del clima (tan típico de enamoraditos que se quieren), queriéndola más, sintiéndola más mía, yo más suyo, mi argentinita....
de un momento a otro, tenía frente a mi la escena del accidente, solo dos sobrevivieron, yo buscando su cuerpo, alguna ropa que reconociera que ella estaba por ahí, mucho blanco, mucho frío, mucho viento helado, el tren estaba sumergido en nieve, y yo no sé cómo terminé en ese lugar, tan desesperado y tan perdido.
imagen siguiente soy yo en su cuarto, esta vez ella no está, se sentía su ausencia, pero al mismo tiempo se sentía presente, esta vez es una aparición extraña, como que se estaba despidiendo, había una especie de camarote bien alto, no recuerdo si era yo o ella quien estaba arriba en lo alto de ese camarote (no importa), pero esa fue la última imagen, aunque la última sensación fue de una tristeza extrema (al despertar me imaginé por un instante estar con los ojos mojados), de una penosa y trágica despedida inesperada que jamás hubiese querido que pasara.
nos vemos hasta cuando te vuelva a encontrar, espero que esta vez en la vida real,
chau argentinita.
p.d. quedé rodando sobre mi cama y peleandome con el cubrecama hasta cerca de las 10am, pensando y repensando todo este sueño... hasta que hice consciente que esto puede ser una corazonada
Sucede que: mi vida es...
... es una verdadera e incansable historia de amor (a veces de esas que aparecen en la penúltima página de periódicos de cincuenta centavos de sol, que siempre vienen con un dibujo hecho a mano para ilustrar las situaciones que narran las historias).
jajaja, q triste por dios... pero nada se compara con lo leido ayer con unos amigos, o fuma de la buena o todos estamos locos jajaja
jajaja, q triste por dios... pero nada se compara con lo leido ayer con unos amigos, o fuma de la buena o todos estamos locos jajaja
11 enero, 2009
Ya es hora (de digerirte)
Ya es hora
que sostenga
todas esas fotos empolvadas (ya casi todas olvidadas por cierto)
todas esas canciones dedicadas en formato mp3 (estarán todavía en sección audios de cds antiguos?)
todos esos dibujos a carboncillo (se divorcian del papel con los meses?), a lapicero en servilleta (los gusanos comen papel, tambien servilleta blanca?)
todas esas cartas que fueron amor sincero, de querer liso y cuadriculado (muchas veces), de plato para gotas saladas
todos esas palabritas y nombres inventados que se encuentran en el desvan que ya casi nunca visito, pero que a veces personas extrañas abren sin saber.
que los sostenga
y no deje que se vayan dentro de una caja de zapatos rumbo a un lugar desconocido al otro lado del mundo
que los sostenga
y los meta dentro de mi boca
los mastique
los junte con mi saliva
y los trague sin desesperación.
que haga la siesta
mas tarde me levante del sofá
y vaya en busca de la chica de cabello risado, hombros descubiertos, piel humectada, y cuello que intrigaba, a quien le cedí el asiento para que vaya junto a su pequeño niño en el bus morado que iba toda la brasil.
es como haber estado escribiendo el último párrafo de la primera novela, sin querer dejar la marca insignificante pero decisiva del punto final.
ya es hora de digerir todo lo que fuiste hasta esa vereda donde rompiste en llanto
ya es hora de sonreir mientras hago la siesta
ya es hora de alabar un nuevo cuello bondadoso
no sin antes cederle el asiento y explicarle que su sola existencia es sol, luna y mar.
que sostenga
todas esas fotos empolvadas (ya casi todas olvidadas por cierto)
todas esas canciones dedicadas en formato mp3 (estarán todavía en sección audios de cds antiguos?)
todos esos dibujos a carboncillo (se divorcian del papel con los meses?), a lapicero en servilleta (los gusanos comen papel, tambien servilleta blanca?)
todas esas cartas que fueron amor sincero, de querer liso y cuadriculado (muchas veces), de plato para gotas saladas
todos esas palabritas y nombres inventados que se encuentran en el desvan que ya casi nunca visito, pero que a veces personas extrañas abren sin saber.
que los sostenga
y no deje que se vayan dentro de una caja de zapatos rumbo a un lugar desconocido al otro lado del mundo
que los sostenga
y los meta dentro de mi boca
los mastique
los junte con mi saliva
y los trague sin desesperación.
que haga la siesta
mas tarde me levante del sofá
y vaya en busca de la chica de cabello risado, hombros descubiertos, piel humectada, y cuello que intrigaba, a quien le cedí el asiento para que vaya junto a su pequeño niño en el bus morado que iba toda la brasil.
es como haber estado escribiendo el último párrafo de la primera novela, sin querer dejar la marca insignificante pero decisiva del punto final.
ya es hora de digerir todo lo que fuiste hasta esa vereda donde rompiste en llanto
ya es hora de sonreir mientras hago la siesta
ya es hora de alabar un nuevo cuello bondadoso
no sin antes cederle el asiento y explicarle que su sola existencia es sol, luna y mar.
01 enero, 2009
"No hay momentos felices sin amigos de verdad"
Ayer lo descubri, y por eso ahora guardo discretamente una sonrisa tranquila en mi lóbulo temporal.
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